viernes, 17 de diciembre de 2010

Una Historia Triste

Esta historia se desarrolla aproximadamente en los años 40. En ese momento algunos novios se mantenían en contacto por medio de cartas. Unos se conocían sólo así, por notas, no se hablaban  o salían en citas. Otros un poco mas afortunados se encontraban o salían en secreto.

Capitulo 1         

      Llovía. Alejandra corría. Tenía que llegar debajo del puente lo mas rápido posible. Sólo pensaba en una sola cosa, Daniel. Si no se apuraba, alguien la vería y le contarían a su madre. A lo lejos ve aquel puente viejo, grande  hecho de piedras, debajo de él un pequeño canal, de agua muy clara, en él algunos pequeños pecesillos nadando. A un lado del canal hay una pequeña piedra, un poco larga y plana. Alejandra se refugia de la lluvia debajo del puente, se sienta a un lado de la piedra. Cierra su sombrilla negra y descanza un momento. Obserba la piedra y se pregunta si su amado ya pasó por ahí a dejarle una carta. Rápidamente levanta la piedra, y siente una enorme felicidad al ver la nota encima de un paño verde, oliendo al delicioso perfume de Daniel. Abre la nota y obserba la hermosa caligrafia antes de leer.

            Querida Ale:

                 He pensado mucho en ti. Tuvieste un grandiosa idea al dejar notas aqui. Me gustaría verte mañana al las 3 pm. Voy a estar a las orillas del parque que esta por la iglesia, debajo del manzano para que nadie nos vea o interrumpa. Ojalá puedas venir. ¡Te extraño tanto! Las cartas no son suficientes para mi.                                                                                 
 Para siempre tuyo, Daniel 
    
    Un suspiro se escapa de los labios de Alejandra. Deseaba ir en ese mismo instante a ver a Daniel. Rápidamente pensó en lo que tenía que hacer al día siguiente. Tenía que limpiar la casa, lavar la ropa y  comprar un poco de comida para la casa. Su madre regresaría a las 5 de la tarde. Tenía que estar en su casa y hacer todo eso antes de su regreso. "Si me levanto mas temprano hoy, puedo lavar la ropa y dejarla secando así se va a secar mas rapido," pensaba, "En lo que la ropa se seca puedo limpiar la casa y de una vez ver lo que falta para comprar.  ¡ ¡Si soy muy rapida me va a quedar tiempo suficiente para alistarme y ver a Daniel!!" Rapidamente sacó Alejandra un pedacito de papel y garabateó: Ahi estaré. Te espero, mi amor. Te quiere Ale.

Capitulo 2

    Eran las 2:50 pm. Era un día mas frío de lo normal. Daniel estaba debajo del manzano como lo había prometido. Antes de acercarce más y hacer notoria su presencia, Alejandra lo contempló a lo lejos. Era un muchacho alto, moreno, era de esos hombres, grande y fuerte pero tierno y bondadoso. Sus cabellos eran lacios, cortos, color negro como la noche. Estaba parado, mirando hacia la iglesia, a las personas que entraban y salían, paciente. Llevaba un camisa roja, rallada con lineas blancas y unos pantalones de mezclilla.
        Alejandra camina hacia Daniel. En cuanto él la ve sonríe. Ella responde a su sonrisa con otra igual de grande. Daniel se acerca y le da uno de sus abrazos de oso, todo el frío que Alejandra tenía se desvanece. Se sientan el la sombra del manzano dándole la espalda a las personas que pasan por la calle. Alejandra lo observaba, quería aprenderse cada detalle de su rostro: sus hermosos, grandes ojos cafés, su nariz recta, sus cachetes con unas pequeñas pecas y sus labios rosados. Daniel la contemplaba también, como si fuera el mas grande tesoro en el mundo. Le acaricia sus manos, pequeñas comparadas con las de él. Alejandra tiene unas inmenzas ganas de darle un beso, pero no sería correcto. Su madre le había enseñado a respetarse, aunque era su novio, en secreto, ella no se atrevía a desobedecer lo que su madre, desde chica, le había enseñado.
      
    -¿Qué estas pensando?- pregunta Daniel.
   -Pienso en tí, en mi madre, en que te quiero mucho...- Contesta sin dejar de mirarlo. 
   -Ale, tienes 21 años, ya vas para los 22, yo tengo 24. No crees...- Daniel titubea temeroso a seguir, pero toma valor.- No crees que... yo .. bueno.. ¡Quiero casarme contigo!- Termina rápido y luego se calla.

    Alejandra sólo se queda callada, no por que no quiera sino por quela tomó totalmente desaprevenida, no se esperaba que le dijera eso. Pero Daniel malinterpreta su silencio.
    
   -Claro, si tu quieres nos podemos esperar- dice Daniel, un poco esepcionado, triste.
   -NO!, no. Si quiero casarme solo que me tomaste por sorpresa.- Alejandra le sonrie. Pero llegan a ella esos pensamientos."Y si mi madre no quiere? Y si cuado Daniel le pida mi mano ella se niega? y si se entera de que somos novios antes de que nosotros le dígamos?" Su sonrisa se desvanece poco a poco al pensar en esto. Daniel la mira en parte confundido y en parte preocupado.
   -¿Qué pasa Ale? ¿Por que te pones así?- Prengunta.
   -Y... y si mi madre se opone? ¿y si no me deja que me case contigo?¿Y si nos separa?- La visión de Alejandra se nubla un poco, tarda un momento en notar que está a punto de llorar..
   -¿Quieres estar conmigo, casarte conmigo?
   -Si
   -Entonces ni nuestros padres, ni nadie nos podrá separar. Si nos intentan separar, me voy a espacar contigo y nos iremos muy, muy lejos de aqui, ¿Entendido?

Capítulo 3

    -¡Alejandra! ¿Donde estas?- Dice doña Juana, su madre.
   -En la sala. Tenemos invitados.-Dice Alejandra un poco temerosa.
  -Ya voy.- dice doña Juana. En cuanto entra en al sala ve a su hija sentada junto a un joven de su edad y un señor mayor que parece ser su padre. "Oh no por favor no hoy".
  -Buenas tardes señora Martinez- saluda el joven poniendose de pie.
  -Buenas tardes. ¿Qué se les ofrese?- Contesta Juana mirando fijamente al muchacho y luego a su hija.
  -Me llamo Daniel Jimenez y me gusta mucho su hija,- Voltea a ver a su padre, quien lo mira con sus pequeños ojos detras de sus lentes y asiente una vez para darle valor de continuar.- Vengo a pedirle su mano.
  Despues de que Daniel terminó de hablar, hubo un incómo silencio. Daniel siguía parado, pero sentía enormes ganas de salir corriendo y llevarse a Alejandra con él. Doña Juana solo miraba a su hija, a Daniel y a su padre una y otra vez. Despues suelta un suspiro y responde:
   -¿En qtrabaja Daniel? ¿Qué tiene para ofresele a mi hija?- Pregunta Juana con seriedad.
   -Mi padre y yo tenemos algunas parcelas a las afueras del pueblo. -Respende rapidamente Daniel- Tenemos unas reces, un rebaño de ovejas y algunos caballos. Yo estudio señora, quiero llegar a ser médico e ir me a vivir a la ciudad. Ahí tengo una casa que acabo de comprar. Pero también trabajo en el campo y atiendo todos nuestros animales. Pero sobre todo tengo mucho, mucho amor para ofreserle a su hija.
    Doña Juana voltea a ver a su hija y dice con voz muy segura -¿Puedo hablar un momento contigo?- y sin esperar una respuesta se levanta y dirige al cuarto de su hija, que era el mas alejado de la sala. Alejandra sigue a su madre. Una vez en el cuarto la madre de Alejandra cierra la puerta y se acerca a la cama donde se encuentra sentada su madre. La obserba un minuto y luego pregunta:
    -¿Eres feliz aqui?
    -¿Que? Claro que soy feliz.- Responde Alejandra sin enternder muy bien la pregunta de su madre.  
    -Entonces ¿Por que me quieres dejar? - Dice en un tono infantil, como si fuera a hacer un berrinche- ¿Por que quieres irte del lado de tu madre?
    -Mami, te quiero, te adoro.- Responde Alejandra, con ternura, entendiendo el tono de su madre, - Pero casarme no significa que me quiero ir lejos de ti o que no sea feliz a tu lado sino que quiero yo también formar mi propia familia y sentir eso que tu sientes por mi por MIS propios hijos.- Alejandra obserba a su madre, tenía 53 años, en su corto cabello café se asomaban algunas canas. En la piel morena de su rostro había varias arrugas.
    -¿Por que no me dijiste que tenías novio? ¿Estabas pensando en escaparte si no te dejaba casarte con él?
    -NO - responde Alejandra, pero luego recuerda lo que Daniel le dijo "Si nos intentan separar me voy a escapar contigo y nos iremos lejos, muy lejos de aqui..." -No te conté por que creí que nos separarías y nunca me dejarías verlo otra vez.
    -Lo quieres mucho ¿verdad?, pero eso no es lo importante. Lo que cuenta es si de verdad te hace feliz.
          -Si. Lo amo y el me ama también.
    - Bueno - su madre suspira- si eso es lo que quieres, esta bien. Daniel parece un buen joven y su padre es un hombre muy trabajador. He visto al resto de su familia (su madre y su hermana) y paracen personas muy decentes.
    - ¡Gracias, Muchas gracias mamá te quiero!  

Capitulo 4

      Alejandra y Daniel se encuentran en el parque. Se abrazan cariñosamente sin temor a ser descubiertos por algun chismoso del pueblo. Su boda sería en seis meses. Alejandra quería asegurarse de poder encontrar un hermoso bestido de novia y gran ramo de rosas blancas. Querían que los meses pasen más rápido para por fin poder vivir juntos. Daniel planeaba juntar mucho dinero y trabajar duro esos seis meses para comenzar a amueblar su casa en la ciudad y llevar a vivir ahí a su futura esposa. Le faltaban todavía algunos años de estudio para ser doctor.
    -Todo parece un sueño ¿no crees? Siento que en cualquier momento voya despertar y tu y yo seguiremos viendonos a escondidas y enviandonos cartas.- dice alejandra mirando hacia el cielo.
    -Pareciera que fuera ayer cuando te conocí fuera de la iglesia con tu madre. -contesta Daniel recordando.
    -Si ese día se cumplió un año desde que murió mi padre. -dice Alejandra con una nota de tristeza en su voz. Su padre había muerto por un ataque al corazon, fue una muerte rápida, solo paso. Un momento estaba bromeado y contando chistes en su cama y al siguiente murió, tuvo un paro cardiaco. No hizo ni un ruido, solo calló. Su madre tardo en darse cuenta que había muerto y no estaba simplemente dormido. Cuando notó que su padre se había quedado callado de repente, Alejandra entró al cuarto y le dijo que se despertara, que su cena estaba lista, pero su padre no respondía, momentos después Doña Juana se dió cuenta de que su querido esposo había muerto, lo cual las dejaba a Alejandra y a su madre solas sin ningún familiar viviendo cerca. En dos meses se cumplirían cuatro años de su muerte.
    -No te pongas triste Ale - dice Daniel, interrumpiendo sus recuerdos, y le da un besito en la frente- Andale vamos a una de las parelas cerca de mi casa, te tengo una sorpresa.

   
   -No mires- dice Daniel muy animado.
   -Como si pudiera, con esas monotas que tienes tapandome los ojos, es imposible- bromea Alejandra.
    -Ya casi llegamos, nada más unos pasitos y ya....¡¡¡Listo ahora puedes ver!!!-contesta Daniel quitandole las manos de sus ojos.
    -¡Daniel, que hermoso!- Dice Alejandra sin saber que mas contestar. Frente a ella se extiende un enorme campo de flores silvestres y un verde pasto que inundan el lugar con su aroma. Hay un gran arbol a un lado de ellos, el cual les ofrese una fresca sombra. Los dos se recargan contra el gran tronco y obserban el atardecer, las sombras haciendose largas, el cielo tornandose de un color anaranjado y las nubes largas haciendo algunas figuras en el cielo. A lo lejos se obserba una pequeña cabaña. Los dos se abrazan y se quedan ahí hasta la puesta del sol.
  Al notar que oscurece, se levantan y deciden irse a sus casas. Daniel acompaña a Alejandra y le muestra un atajo para llegar rápido a su casa. Afuera, en la puerta, Daniel se despide, le desea buenas noches a su novia y cuando esta a punto de irse, se acerca y le da un dulce beso en la boca. Luego se marcha, sonriente.




Capitulo 5

       Faltan 2 meses para la boda. Los familiares de los novios se han estado poniendo deacuerdo para planear el lugar de la boda y todo lo requerido para ésta. Una tía de Alejandra sería la encargada de hacer el vestido. La boda se celebraría en el campo donde Daniel había invitado a Alejandra el día que su madre aceptó que se casarían. Hay llevarían muchas sillas y mesas cerca de la cabaña que había en el campo para ahí hacer la comida y donde la gente pueda entrar si no le agradaba estar afuera... En esto pesaba Alejandra mientras caminaba juntito a Daniel agarrados por las manos. Eran la 5 de la tarde de un helado día de diciembre. Daniel llevaba una camisa café de manga larga, encima un grueso sueter de lana y unos pantalones de mezclilla. Alejandra tenia una blusa blanca de manga larga y encima un sueter rojo y un bufanda que su madre le habia regalado de color negro. Llebaba su hermoso cabello castaño suelto. Se dirigian, como tantas otras veces, al campo donde sería su boda. Una vez en el campo se dedicaron a platicar. Platicaron hasta que oscureció. Ya iban de vuelta por el conocido atajo a la casa de Alejandra cuando por detras de ellos se  escuchó un caballo que iba a toda velocidad. Daniel se detuvo y volteó a ver quien era. Alejandra lo imitó. En un caballo negro, se acercaba un señor de alrededor de 45 años. Estaba sucio como si hubiera estado trabajando en el campo. En su cara se veía una expreción de preocupación, urgencia y un poco de miedo. El hombre se detuvo junto a Daniel.
   -Hola Cornelio- saluda Daniel un poco preocupado- te presento a Alejandra de la que te....
   -¡Daniel!- interrumpe Cornelio, impaciente- ¡Tu padre calló de un caballo y se golpeó en una piedra. Se desmalló! Ya mandamos a llamar al doctor. No despierta. !Tienes que venir¡.- Hablaba apresurado, casi no se entendía lo que decía.
   Daniel volteó a ver a Alejandra. No la quería dejar sola en la calle, pero tenía que asegurarse de que su padre estuviera bien.
   -Alejandra tengo que irme.. al rato vengo ¿esta bien?- dice Daniel - No te preocupes. Vete y llega rápido a tu casa, no te quedes en la calle -  y sin decir más Daniel se trepó el caballo con Cornelio y se fueron tan rápido con había llegado.
 -¡ADIOS, TE AMO!- Gritó Alejandra a los hombres. Luego volteo, quería llegar a su casa rápido. Una correntada de aire helado alborotó sus cabellos y la hiso estremecer. Volteó alrededor, el lugar nunca le había paracido tan oscuro y tenebroso. El atajo que ella y Daniel tomaban  pasaba por un barrio muy pobre. En el que habían muy pocas casas que estaban muy separadas unas de otras. La mejor casa de ahí estaba hecha de maderas y troncos clabados entre sí. La casa era muy chica y apenas tan alta como para que ella entrara agachandose un poco. Ella nunca había observado ese lugar con tanta atención, siempre le paració un lugar alegre, tal vez por que así se sentía mientra iba con Daniel. Comenzó a caminar obserbando el lugar. Había mucha basura tirada a las orillas del camino. Conforme el sol se iba ocultando, se escuchaban aullidos de collotes cada vez mas cerca. De repente tuvo un mal presentimiento, sintió como los cabellos  de su nuca se erizaban, se le puso la piel chinita. Volteó y vió a unos metros unos muchachos que habían estado caminando detrás de ella desde que  Daniel la acompañaba. Parecían borrachos por la forma en la que caminaban, además uno sostenía una cerveza a medio tomar. En el momento Alejandra no pudo distinguir a ninguno de ellos por la oscuridad. Rápidamente volteó cuando recordó que una vez su tía le había dicho: "No te le quedes mirando a los borrachos por que no sabes si puedan reaccionar agresivos." Alejandra comenzó a caminar más rápido, para alejarse de ellos cuanto antes.
   Ya casi llegaba a su casa solo faltaban unos 5 minutos más. Como la calle estaba más iluminada, Alejandra arriesgó una mirada hacia atrás, estaba segura de que había dejado a los borrachos, pero se llevó una gran sorpresa al verlos detrás de ella a tan solo dos metros. Se detuvo sorprendida, no por ver su cercanía a ella a pesar de haber caminado tan rápido, sino por que reconoció a unos de los hombres. Se llamaba Julio y lo había conocido desde chica y no le agradaba mucho que digamos. Era un muchacho que estaba envuelto en vicios, fumaba y bebía en exceso, su familia tenía problemas económicos. Tenían la fama de ser irresponsables y siempre meterce en problemas. El hermano mayor de Julio estaba en la carcel. Sus padres vivía a las orillas del pueblo, casi en el cerro. Julio estaba ojeroso y apestaba a cigarro y cervesa. Usaba una camisa verde y muy sucia y unos pantelones viejos y que le quedaban un poco cortos. Su cabello negro y lacio estaba alborotado y opaco. Sus oscuros ojos se fijaban en ella y la obserbaba sin emoción alguna en su rostro.  El otro joven de aproximadamente la misma edad que Alejandra y Julio estaba igualmente sucio y apestoso pero miraba a Alejandra y le mostraba una pequeña pero horrible sonrisa burlona. Despues Alejandra cometió un grave error.
    - ¿Julio?  ¿Qué haces por aquí? Escuché que se habían ido del pueblo.- Preguntó Alejandra, pero Julio no contestó, solo dió un  titubeante paso hacia ella. -Oye hace mucho que no te veía.- Alejandra no sabía que decir pero prefería tenerlo como amigo que como enemigo. Entonces Julio sin decir nada o cambiar su expresión se acercó y la tomó de su cabello y la comienzó a besar con fuerza. Alejandra luchó por separarse y lo conciguió. Ella era más alta que Julio como por unos 10 cm. y el era un poco flaco y devilucho. Alejandra lo empujó y se quedó sorprendida, no sapo que decir, no sapo si correr o pelear. El acompañante de Julio se acerca a él. Julio se acerca de nuevo a Alejandra, muy rápido, sin darle tiempo para que reaccionar y la comienza a besar otra vez. Cuando Alejandra se iba a defender, Julio paró y la golpeó tirandola a suelo, su amigo le ayudó. Entre los dos la golpearon. Alejandra gritaba, pero en aquel solo y pobre barrio, no hubo nadie que la ayudara. Julio la golpeó en la nuca y Alejandra perdió el conocimiento. Los dos la arrastraron lejos, al cerro. Ahí comenzó la pesadilla.


Capitulo 6


        -¡Qué raro! Son las 8:00 pm y todavía no llega  Alejandra.- Dice Doña Juana extrañada.- Se supone que Daniel la iba acompañar a llegar aqui antes de que oscureciera. Alejandra sabe muy bien que no me gusta que este fuera cuando está oscuro. Bueno a las siete empezó a ponerse oscuro tal vez se entretubieron con algo. ¡Hay estos jóvenes!- decía doña Juana cuando escuchó la puerta abrirse rápidamente y cerrarse de nuevo.
       - ¡Alejandra!- escuchó que Daniel llamaba- ¡Ale!- y despues doña Juana lo vió entrar a la cocina donde ella se encontraba.- Buenas noches, ¿dónde esta Alejandra?- dijo Daniel.
   -¿Ale.. Ella estaba contigo, tu la debías traer a la casa. ¿No?-
   -Yo la dejé a medio camino. ¡Tenía que irme! Mi padre sufrió un fuerte golpe en la cabeza.- Se explicaba Daniel.
   -¿No pudiste llevartela contigo o almenos Dejarla en la casa y luego irte? ¿Dónde esta ella ahora?- La mujer estaba enfurecida. Por su mente pasaron un monton de horribles cosas que pueden estarle pasando a su hija en ese mismo instante.-¿¡Cómo la vamos a encontrar!?
   -Vamos con la policia a reportarla perdida. Tal vez solo fue a la casa de una amiga o con alguien.- Dijo Daniel intentando ser positivo y calmar a doña Juana.
   -E..esta bien. Vamos.

Capitulo 7

   "Han de ser alrededor de las 2 de la mañana, ¿qué puedo hacer? ni siquiera se donde estoy." pensaba Alejandra. Ella no podía dejar de llorar. La noche anterior había sido la mas larga de toda su vida, solo había estado deseando que alguien la oyera y fuera a salvarla.
   -Ya callate, de que te sirve llorar.- decía Julio. Alejandra no lo podía escuchar claramente por sus sollosos.- De seguro te gustó.-
   -¿Por qué...?- no pudo decir más, el llanto no la dejaba continuar. Nada mas estaban ellos dos, el acompañante de Julio se había ido hace una hora... talvez.
   -¿Sabes? Tienes unos lindos ojos. Desde que eras más chica me gustaste.. pero tu nunca me hiciste caso. Ayer te volví a ver. ¡Estabas muy bonita! Vi como mirabas a ese muchacho y me gustó la idea de que me miraras así a mi. Así que decidí seguirlos para ver a donde iban. Despues el muy tonto te dejó ahí solita y... bueno ya sabes lo demás- Termina Julio dejando escapar una sínica risa.
   -P..pero yo me iba a.. ¡¡a casar!! ¿P..Por q.. ¿¡Por qué me hiciste esto!? ¡¡Me Iba a casar!!- grita Alejandra llena de rabia y tristesa.
   -Mmm.. bueno pues ve cancelando la boda- responde tranquilamente Julio- por que ahora eres mia ¡MIA OISTE! y nadie va a impedir eso. No creo que tu.. Daniel te valla a querer ahora ¿o si?- rie- Mmm.. es hora de irse.- Julio toma a Alejandra por el brazo y la jalonea para que se levante. Cuando lo logra, la empuja para que comienze a caminar. Alejandra intenta calmar su llanto sin lograr un gran cambio.


   Han caminado por un cendero que pasa por varios sembradios, lejos del pueblo. Alejandra ha dejado de llorar, camina delante de Julio cabizbaja. No muy lejos ve una casa no es muy chica, hay unas luces prendidas en la casa. Entran. Hay una pequeña sala donde se encuentran 2 ancianos. "Su padre y su madre" penso Alejandra, se veían extrañados de que su hijo trajera una visitante consigo. La anciana pregunta que quien es ella.
   -Es MI mujer ¿no lo ven?- contesta Julio enfurecido y sin decir otra cosa jala a Alejandra a un cuartito. Antes de entrar alcanza a escuchar a la anciana decir: "¿No es ella la prometida de Daniel?" 
   Enojado Julio avienta a Alejandra, que cae en la cama, y le dice:- Tu eres mía. Ésta es tu vida ahora. Aquí vas a vivir. No quiero que vuelvas a mencionar a Daniel o a ningun otro o te va ir mal ¿¡Entendido!?- Despues se va dejandola sola. Alejandra comienza a llorar de nuevo y alcanza a oir a Julio poniendole seguro a la puerta.

Capitulo 8

  
  Han pasado 4 días. Poco ha poco Julio fue confiando en que Alejandra no escaparía y la empezo a dejar ir de nuevo al pueblo muy en la mañana o muy tarde para que nadie le hiciera preguntas. En el pueblo se habia creado rumores de que Alejandra ya no queria a Daniel y lo habia cambiado por otro. Ya se sabía que Alejandra habia dejado su casa y que vivía en la de Julio. Daniel no quería creer lo que le dicían.
  El quinto día muy temprano Alejandra fue a comprar verduras y un poco de carne para hacerle la comida a Julio. Ese día la tienda tardó en abrir. Iba de vuelta a la casa el sol ya iluminaba varias casas. "Si no me apuro me va a ir mal" pensaba. De repente escucho a alguien llamando su nombre, no tuvo que voltear para saver quien era, pero de todas formas lo hiso. Hay estaba su, ahora imposible, prometido. Despues de no verlo por varios días, lo vió muy guapo.
   -¡Alejandra!- su cara estaba emocionada, muy alegre. La de  ella solo estaba asustada, pensaba lo que pasaría si Julio la encontraba- Mi amor ¿dónde has estado? ¿Cómo has estado? ¿Es eso un morete? ¡¡Te extrañé tanto!! He escuchado orribles rumores de ti. Pero no es cierto ¿verdad? Solo te diste una escapadita a visitar a alguien ¿verdad? Ven vamos a mi casa mi padre preguntó por ti varias veces. Tu tía llego ayer quería que te midas tu vestido.- Se veía tan esperanzado..
    -¡No! Ya no nos vamos a casar- Se le quebró la voz en la última palabra.
    -¿Cómo de que no? ¿Por qué? No son ciertos los rumores...¿verdad?- Su sonrisa fue sustituida por tristeza.
    -Oye y si nos vamos a otro lugar.- dijo Alejandra mirando la calle que se llenaba cada vez mas de gene.
    -Mmm.. Esta bien.


   Estaban en su tan conocido campo. Ésto en lugar de alegrar a Alejandra la entristeció mas. Daniel dijo mas serio:- Ya estamos aqui. ¿Que pasó cuando me fui?- Alejandra no contestó. Comenzo a llorar y Daniel la consoló.
   -Puedes confiar en mi. No te juzgaré lo prometo. Por favor Ale dime, por favor.- Ella lo miró a los ojos con tristeza y enojo, sin poder aguantar más dijo:- ¡Él ABUSÓ DE MI!
              
          
Capitulo 9
   
   -Desde antes de que tu te fueras él y otro nos estaban siguiendo- continuó- estaban borrachos. Cuando me vieron sola se acercaron a mi y... Él solo no pudo conmigo- se rie amargamente- ¡su amigo tuvo que ayudarlo!- Daniel la observaba con los ojos muy abiertos, estaba como en shock. Sentia muchas emociones a la vez, tristeza, indignación, rabia, venganza..
   -¿Sabes qué?- dice Daniel- no importa hay que segir con nuestros planes y fingir que esto nunca pasó, ya luego me encargaré de él.-
   -¡Pero es que no me puedo casar contigo!- dice Alejandra
   -¿Cómo de que no puedes? Ale, no importa lo que pasó, no fue tu culpa. No me importa, yo aún te amo y quiero casarme contigo. ¡Por favor!- dice Daniel.